Que es la crisis de crecimiento en los bebés.

Hablemos sobre las temidas crisis de lactancia, vamos a desgranar para lograr su comprensión y evitar que esta sea un obstáculo en nuestra lactancia.

Empezamos entendiendo.

-¿Que es una crisis o brote de crecimiento?

Existen periodos, por suerte, la mayoría de niños los muestran en la misma etapa, lo que nos permite agruparlas y conocerlas, en los que el bebé alimentado con lactancia materna, viniendo de una etapa donde todo parecía estar completamente estable, se mostraba satisfecho, ahora se muestra inquieto, empieza a dormir mal, se pelea con el pecho, lo busca y lo suelta, muestra desesperación, llanto, durante el día e incluso durante la noche, este comportamiento puede hacernos pensar como madre, que nuestro bebé no esta recibiendo la suficiente leche o bien que esta, no le llena lo suficiente, esta etapa, es la conocida como crisis de crecimiento. (Balsalobre & Sánchez, 2008).

Suelen tener las siguientes características:

– El bebé busca mamar más frecuentemente (principal razón por lo que las madres interpretan como hambre).

-La madre no siente los pechos tan llenos (por lo que piensa que ya no tiene la leche suficiente) (Asociación Española de Pediatría & Comité de Lactancia Materna, 2012).

¿Que ocurre? Que ante esta situación, las madres e incluso algunos profesionales, deciden complementar la alimentación con fórmula, lo cual no hace más que empeorar la situación, ya que estas situaciones son TRANSITORIAS y tras unos días la producción de leche materna se regula y las aguas vuelven a su cauce.

Por tanto estas crisis que pueden ocurrir, son completamente normales, estas crisis se producen a causa de una aceleración en el crecimiento del lactante, el cual necesita alimentarse con más frecuencia, para así aumentar la producción de leche, además también se debe a cambios en la maduración cerebral del lactante (OMS, 2017). Cada bebé es diferente y puede tener una crisis, todas o ninguna.

  • Crisis del segundo día:

Nace nuestro bebé y las primeras 24 horas, transcurren con tranquilidad, la lactancia fluye todo parece estar controlado, pero llega el segundo día, nuestro bebé llora, se muestra irritado, parece insatisfecho, entonces llega la enfermera y nos dice, claro es que no tienes leche, este niño tiene hambre. ERROR.

Cuando un recien nacido se engancha al pecho, lo que esta tomando es calostro, este se produce en pequeñas cantidades, no por gusto, la naturaleza lo tiene muy bien estudiado, es un sistema de entrenamiento deglución, respiración, un entrenamiento para el sistema digestivo, para el sistema renal. Pero esta pequeña cantidad es totalmente suficiente como para satisfacer las necesidades de nuestro bebé, ya que el tamaño de su estómago es similar a una canica.

La subida de leche se produce entre las primeras 24 y 96 horas, esto no depende si ha sido un parto vaginal o cesárea, ya que se produce el desencadenante una vez que ha salido la placenta, la prolactina, hormona encargada de producir leche, empieza actuar. Esta se activa una vez que comienza la succión y funciona de manera que a más succión, más prolactina y por tanto más producción de leche, si nosotros interferimos con un biberón de leche artificial, rompemos esta cadena y afecta por tanto a la producción de leche.

En el segundo dia, los bebés tienen este comportamiento, para estimular la prolactina y ayudar a la subida de leche. Es algo completamente NORMAL, por tanto pasará, suele pasar en 24 horas, tranquilidad, mantener el contacto piel con piel, ofrecer el pecho a demanda.

  • Crisis de las 6-7 semanas ( Mes y medio)

El bebé , de nuevo cursa una aceleración en la velocidad del crecimiento y aparece la segunda crisis en la cual necesita más leche y sus instintos le dicen cómo conseguirla, busca mamar más seguido, se muestra alterado y ansioso cuando está en el pecho, llora a menudo, mama dando tirones, arquea la espalda jalando el pezón y tensa las piernas.

En esta ocasión, no solamente se trata de un crecimiento acelerado, también ocurre un cambio en la composición de la leche lo cual modifica su sabor de manera significativa y de forma transitoria (su sabor se torna más salado), pero una vez que el niño se adapta al cambio se recupera el patrón de lactancia, esto ocurre aproximadamente en una semana (Padro, 2016).

  • Crisis de los 3 meses.

Nos enfrentamos a la crisis más intensa, larga y complicada, tanto para mamá como para bebé, puede durar hasta un mes en volver todo a la normalidad.

En esta crisis el bebé ya no mama tan seguido, esto nos crea confusión como madres, pensando que no tiene hambre o que nos esta rechazando el pecho, ya que el número de tomas se reduce de forma considerable, además el bebé que antes estaba mucho tiempo en el pecho, ahora mama de manera rápida y eficaz, en muy poco tiempo consumen la leche que necesitan. Es un cambio de manera brusca, que confunde a la madre.

Ahora, los pecho ya no están tan llenos, no gotean, no sentimos la bajada de leche, lo que nos puede llevar a pensar en una reducción de la producción. Esto se debe a que la glándula mamaria produce de manera más rápida la leche necesaria, tiene la capacidad de en solo de 2 a 3 minutos generar el reflejo de eyección y producir toda la leche que su hijo necesite, pero este cambio puede irritar a los niños ya que antes tenían la leche de manera inmediata y ahora deben succionar y después esperar un poco para poder recibir leche, aun así, no hay problemas de falta de leche.

Seguimos sumando y añadimos que el bebé en esta crisis se distrae fácilmente , pareciera que solo puede mamar con tranquilidad cuando se encuentra dormido, la explicación es que en esta edad los bebés transitan por una serie de cambios en su cerebro, aumentan las conexiones neuronales de manera acelerada, provocando que sus sentidos se desarrollen muchísimo más (pueden ver y oír mejor) lo cual genera que se distraigan con cualquier cosa, están viviendo un mundo nuevo en donde todo les llama la atención, esto explica porque durante la noche cuando se encuentran más adormilados se concentran más en las tomas y maman como antes (Asociación Española de Pediatría & Comité de Lactancia Materna, 2012; Padro, 2016).

RECOMENDACIÓN: Intentar dar el pecho en un ambiente tranquilo, oscuro, sin ruido, reducir al máximo el número de estímulos. De manera fisiológica, hay una disminución en la subida de peso, al igual que en el número de deposiciones.

  • Crisis del año de vida.

Llegamos al año del bebé, ya pensábamos ser unas expertas en lactancia, nuestro bebé ya come de todo, pero existe un aumento de la presión social e incluso de profesionales para dejar el pecho, a pesar de que la recomendación de la OMS, es hasta los dos años y desde ahí hasta que mamá y bebé deseen.

En esta crisis, el bebé no muestra interés por los alimentos, y los que come lo hace en pequeñas cantidades, mostrando siempre preferencia por el pecho, por tanto la madre o incluso a nivel profesional pueden pensar en el destete para aumentar la ingesta de alimentos. NO tenemos preocuparnos, en esta etapa, la velocidad de crecimiento disminuye, ya no necesitan tanto alimento, si quitamos el pecho, lo único que haremos es reducir la cantidad de nutrientes, ya que si, la leche materna sigue teniendo gran cantidad de macro y micronutrientes, FUNDAMENTALES para el desarrollo del instinto. Muy importante, confiar en su capacidad de AUTORREGULACIÓN.

  • Crisis de los dos años de vida.

Recordemos que la OMS recomienda ofrecer LM como mínimo hasta los dos años de vida, en esta etapa suele ocurrir la última crisis (OMS, 2016).

Esta etapa , para la madre se vive como un retroceso, de vuelta el niño mama como un recién nacido, esta nervioso, inquieto, si se aplaza la toma de leche, el niño se desborda emocionalmente. Esta etapa o crisis suele ser más bien psicológica, esto quiere decir que es una etapa donde el niño experimenta grandes cambios en esta esfera, se muestra más independiente, pero a la vez inseguro, y la única forma de saber que esta seguro es en el pecho de mamá, esta crisis puede durar varios meses, hasta que el niño toma seguridad. No es recomendable privar al lactante del pecho ya que esta actitud aumentará su inseguridad y prolongará la crisis (Padro, 2016).

Consejos generales para superar las crisis

  • Paciencia, entender que esta sucediendo y saber que es algo NORMAL Y TRANSITORIO.
  • Conocer las señales de hambre tempranas, para evitar que bebé se ponga más nervioso y todo se complique aún más.
  • Confiar en su capacidad de autorregulación y en sus instintos.

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