¿ Por qué suplementar con leche materna?

La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos, contiene los nutrientes necesarios. Su composición, varía tanto de una madre a otra y en cada mujer, a lo largo del día e incluso durante una misma toma, siendo la fracción más estable la proteica y la más variable la grasa. Son muchos los factores que influyen tanto en la composición como en el volumen de la secreción láctea: factores genéticos, nutrición materna, técnicas de extracción, almacenamiento y administración al bebé. En situaciones donde es necesaria la suplementación, la primera opción siempre es con leche materna. Siempre ofrecer en situaciones donde realmente es necesario, ya que las «ayudas» innecesarias pueden interferir de manera negativa en nuestra lactancia.

¿En que consiste un suplemento?

Si hablamos de suplemento, hablamos de un aporte extra, que puede ser necesario en ciertas ocasiones a un recién nacido que toma el pecho.

Este puede tener diferente origen: leche materna extraída, leche materna donada o leche de fórmula. NO se recomienda utilizar de forma rutinaria los suplementos que no sean de leche materna. Podeis consultar las recomendaciones de IHAN sobre este tema tan relevante. No utilizar nunca, leche donada que venga de bancos de leche materna y por tanto no haya pasado los controles de calidad necesarios. El uso como suplemento de agua adicional o de agua con glucosa no tiene beneficios para los recién nacidos, pero si efectos negativos sobre la duración de la lactancia materna.

La utilización de suplementos (leche materna extraída o fórmula) tras el nacimiento, en el hospital, en la mayoría de ocasiones no esta indicado y esta suponiendo un riesgo para el bebé y el éxito de la lactancia. Por tanto, antes de indicar suplementación se debe hacer una valoración adecuada postura, posición y agarre, así como la boca del recién nacido. Además de ir acompañada de apoyo profesional.

¿Cuando están indicados estos suplementos de leche materna?

De manera temporal:

  • Nacidos por debajo de la semana 32 (prematuros) y con peso inferior a 1,500 kilogramos.
  • Evidencia clínica y de laboratorio de deshidratación (por ejemplo, >10% de pérdida de peso en los primeros días, sodio alto, alimentación pobre etc.), junto con la valoración y el manejo de las dificultades de la lactancia.
  • Glucemias del recién nacido bajas (inferiores a 45 mg/dl) independientemente de tomas frecuentes. El diagnóstico de hipoglucemia debe realizarse siempre mediante análisis de laboratorio. La tira reactiva es una técnica de cribado.
  • Movimientos intestinales lentos o presencia continua de meconio en las deposiciones en el quinto día de vida.
  • Ictericia.

Existen otras circunstancias por las cuales es necesario suplementar, estos casos se clasifican por indicaciones de la madre y el bebé:

  • Separación de la madre y el lactante por cualquier necesidad como puede ser motivo laboral.
  • Síndrome de Sheehan.
  • Retención de placenta.
  • Retraso en la lactogénesis II.
  • Insuficiencia glandular primaria (ocurre en menos del 5% de las mujeres y está evidenciado por un desarrollo mamario pobre durante el embarazo).
  • Cirugía o patología mamaria previa o actual que puedan suponer una escasa producción de leche.
  • Dolor que la madre no tolera cuando amamanta y no se alivia con ninguna intervención.

¿ Como podemos administrar este suplemento?

Es cierto que el uso de tetinas, es la forma más común y aceptada en nuestro entorno para administrar estos suplementos, si bien es cierto que esto, puede interferir en la lactancia, no recomendando su uso antes del mes, mes y medio del recién nacido.

Cosas a tener en cuenta:

  • Utilizaremos el método que más se adapte a nuestras necesidades como familia y a las de nuestro bebé.
  • Cantidad que necesitamos administrar: si necesitamos pequeñas cantidades, como puede ser el calostro, un buen método podría ser jeringa, cucharita.
  • Cuanto van a durar estos suplementos.
  • Si existe la necesidad de elegir un método que ayude a desarrollar habilidades en lactancia materna de mamá o bebé , ejemplo: relactador nos ayuda a estimular la producción de leche.
  • Facilidad de uso, limpieza y el coste que nos va a suponer

Ahora si, las opciones existentes serían:

  1. Relactador: podemos utilizarlo como método de suplementación, ya que nuestro bebé hace el agarre al pecho. En resumen se trata en un recipiente, donde pondremos la leche materna, previamente extraída y va conectado a una sonda, poniendo el tramo final de esta en el pezón, sujeto con esparadrapo. Con este método estimulamos el pecho, al mismo tiempo que administramos el suplemento. Es necesario que el bebé haga un buen agarre. Se pueden utilizar sondas de diferentes tamaños, así la fluye en mayor o menor cantidad, lo ideal es comenzar por una más ancha y según vamos mejorando la succión pasamos a otras más estrechas, obligando al bebé a realizar mayor esfuerzo. Esta indicado por ejemplo en casos de relactación o de inducción ( por ejemplo bebés adoptados), es un método útil para animar a bebés a que se cojan el pecho , ya que estimula y recompensa a un bebé cuando succiona.
  2. Método dedo-jeringa: El bebé en este caso hace el agarre sobre un dedo, por tanto es básico una buena higiene de manos. En primer lugar necesitamos estimular el paladar con el dedo, mejor el meñique, por ser más pequeño, no introducir muy adentro para evitar provocar náuseas, seguidamente introduciremos la jeringa por la comisura labial, cuando el bebé inicia la succión apretamos ligeramente el émbolo y esperamos a ver como nuestro bebé succiona y traga. Nos es útil en bebés dormidos o con una succión débil, con la ventaja de no derramar mucha leche.

3. Cuchara: muy válido para pequeñas cantidades, por ejemplo calostro. Puede haber derrame de leche.

4. Taza o vaso: Para utilizar este método se suele optar por utilizar las tazas de té típicas puesto que el diámetro es menor y evita que se derrame la leche materna. El bebé debe estar incorporado, bien en el regazo del cuidador o frente a él, tras esto, apoyaremos tazo o vaso sobre el labio inferior del bebé y acercamos la leche a la boca sin dejar que se vierta en ella, mis evitamos atragantamiento, de esta manera, el bebé sacara la lengua y lamera la leche. Como inconveniente, se puede derramar mayor cantidad de leche.

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